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viernes, 18 de abril de 2008

Las murallas de O Parrote tienen un aspecto desolador


..................................................................XOSÉ CASTRO
El paseo, con suciedad y destrozos, sufre un total abandonoLas murallas de O Parrote están de la mano de Dios y de los vicios de los vándalos, que se emplean con saña. El entorno es desolador. El bello paseo inaugurado en noviembre del pasado año está cubierto hoy por un sucio tapiz. Ya nadie se preocupa, ya nada es lo que era. Donde había estanques, hay charcas. Muchas bombillas cuelgan peladas de los focos. El Puerto tiene mucho que decir.
Y que hacer. Esas murallas le pertenecen. En ellas empleó tiempo y dinero meses atrás, esfuerzo que agradeció el Ayuntamiento. Incluso participó en los costes del alumbrado. pero por allí no ha vuelto nadie. El mantenimiento es lo único que brilla, pero por su ausencia.
El reloj marcaba las siete de la tarde aquel dos de noviembre del 2000. El presidente de la Autoridad Portuaria y el alcalde de A Coruña paseaban a la luz de las recién inauguradas farolas. Aquel encuentro pasó a la historia. Se habló, por primera vez, de construir un palacio de congresos en el Puerto. El proyecto, semanas después, salió adelante. Pero, en cambio, se olvidaron de las murallas de O Parrote. Caminaron bajo la lluvia y le dieron la espalda al paseo. Literalmente.
Hoy, la zona está abandonada a su mala suerte. También, a los vicios de los vándalos, que destrozaron los jardines, las farolas, los estanques. En fin, absolutamente todo.
Por si fuera poco, muchos ciudadanos encontaron en el lugar un lugar escondido para orinar, cuando los expertos en patrimonio advierten que el orín es lo que más daña la piedra.
Por todo ello, los vecinos de la zona reclamaron la atención de los responsables del Puerto. Pidieron en múltiples ocasiones que se arreglen todos los destrozos y que el paseo vuelva a ser el mismo, el del 2 de noviembre de 2000.

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