................................................................ PALACIOS La estatua de Cunqueiro y la fachada lateral de la catedral amanecieron cubiertas de pintura rojaMondoñedo ofrece en otoño un tono dorado. Basta con ver los alrededores de la ciudad para comprobarlo. El casco urbano, sin embargo, amaneció ayer con un nuevo color, el rojo de unas pintadas que habían elegido la catedral y la estatua de Cunqueiro como dos de sus escenarios. La investigación busca ya a los autores
X. M. P.
MONDOÑEDO
Cinco fueron los lugares elegidos para una hazaña artística que la rápida intervención del personal del Concello atajó a tiempo. La fachada lateral de la catedral que da a Pascual Veiga, una cercana casa de la misma calle, la estatua de Álvaro Cunqueiro y sendos lugares de la rúas Bispo Guevara y da Fonte y de la avenida das San Lucas eran los escenarios de color rojo sobre fondo de piedra o de bronce.
La limpieza se realizó con un eficaz disolvente que borró la pintura. Antes, a primeras horas de la mañana, los comentarios de transeúntes convertidos en inesperados espectadores iban desde la intención del autor o autores hasta la posibilidad de borrar las manchas.
«Menuda cabeza», decía alguien. «Eso es fácil de borrar», apuntaba otro. No se sabe si la investigación será fácil o complicada, aunque ya se trabajaba ayer para esclarecer el caso. Al parecer, ningún establecimiento de la ciudad había vendido pintura roja a compradores sospechosos: sólo se había producido una compra, realizada, según fuentes consultadas por esta Redacción, para una obra por trabajadores de una empresa constructora.
Mientras tanto, el punto de vista del Concello no ocultaba preocupación. Así razonaba el alcalde mindoniense, Luis Rego: «Si tenemos una joya del patrimonio gallego y si instituciones y vecinos están haciendo un esfuerzo, no se pueden tolerar estos comportamientos», declaraba.
Rego lanzó, en fin, un mensaje en una botella. Seguro que se alegraría de que tuviese la misma repercusión que aquel mensaje en otra botella lanzado por The Police, que aún hoy se escucha, se canta y se baila en medio mundo.
MONDOÑEDO
Cinco fueron los lugares elegidos para una hazaña artística que la rápida intervención del personal del Concello atajó a tiempo. La fachada lateral de la catedral que da a Pascual Veiga, una cercana casa de la misma calle, la estatua de Álvaro Cunqueiro y sendos lugares de la rúas Bispo Guevara y da Fonte y de la avenida das San Lucas eran los escenarios de color rojo sobre fondo de piedra o de bronce.
La limpieza se realizó con un eficaz disolvente que borró la pintura. Antes, a primeras horas de la mañana, los comentarios de transeúntes convertidos en inesperados espectadores iban desde la intención del autor o autores hasta la posibilidad de borrar las manchas.
«Menuda cabeza», decía alguien. «Eso es fácil de borrar», apuntaba otro. No se sabe si la investigación será fácil o complicada, aunque ya se trabajaba ayer para esclarecer el caso. Al parecer, ningún establecimiento de la ciudad había vendido pintura roja a compradores sospechosos: sólo se había producido una compra, realizada, según fuentes consultadas por esta Redacción, para una obra por trabajadores de una empresa constructora.
Mientras tanto, el punto de vista del Concello no ocultaba preocupación. Así razonaba el alcalde mindoniense, Luis Rego: «Si tenemos una joya del patrimonio gallego y si instituciones y vecinos están haciendo un esfuerzo, no se pueden tolerar estos comportamientos», declaraba.
Rego lanzó, en fin, un mensaje en una botella. Seguro que se alegraría de que tuviese la misma repercusión que aquel mensaje en otra botella lanzado por The Police, que aún hoy se escucha, se canta y se baila en medio mundo.
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