Numerosas personas y automóviles cruzan todos los días el céntrico puente de Traba, en Noia, en avanzado estado de abandono. En idéntica situación se encuentra el también antiguo viaducto de Pontenafonso, que une las localidades noiesa y outiense.
Determinados especialistas vaticinan que, si no se pone pronto remedio al progresivo deterioro que padecen los respectivos pilares de ambas estructuras, podría repetirse la tragedia vivida hace meses en Portugal, cuando un autobús y varios turismos se precipitaron al río, tras desplomarse el puente por el que circulaban, provocando la muerte de cuantiosas víctimas humanas.
A petición del área noiesa de Urbanismo, que preside José Manuel Romero, técnicos de Patrimonio inspeccionan hoy la infraestructura que cruza el cauce del Traba.
Al parecer, y según la información facilitada por el concejal noiés aludido, lo que harán es recabar datos para diseñar un futuro proyecto que permita reforzar la seguridad de los basamentos.
Con las fuertes lluvias registradas el pasado invierno, el río arrastró troncos de árboles y otros residuos que dañaron los pilares.
Mientras tanto, en Pontenafonso, vecinos, historiadores y autoridades municipales llevan años exigiendo a la Xunta de Galicia una solución que aún no ha llegado.
Otro monumento -el cruceiro noiés de A Fialla- se encuentra también en peligro desde hace tiempo puesto que acusa una excesiva inclinación tras los cambios en las nivelaciones del terreno.
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2001/07/19/667877.shtml
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